“Es injusto que yo pague impuestos para mantener el seguro social a las personas con cáncer a causa del tabaco, si no fumo” me respondió hace un par de días una persona mientras discutíamos los pros y contras de la ley antitabaco que se aprobó en la ciudad de México, siendo él un hombre de más de 45 con algo de sobrepeso que no cuida su alimentación, bebe alcohol de forma abundante y toma refresco de cola a discreción le pregunté entonces si era justo el hecho de que yo y las personas que cuidan lo que comen pagáran impuestos por procurarle seguro social a las personas con diabetes, la causa número uno de muerte en nuestro país, no recibí respuesta.
Entonces me vinieron miles de preguntas, se vale que yo pague por un distribuidor vial si no tengo coche o el caso contrario pagar por el metro o el metrobús si tengo coche, es justo que llegue tarde a mi oficina porque unos móndrigos indios encuerados e inmorales sobre insurgentes, a los que por cierto Fox no les entregó las tierras prometidas, es justo pagar impuestos para mantener a los niños del DIF, yo no tengo hijos, no abandoné a esos niños, ni maté a sus padres, ¿¡Es justo!?
A lo que tuve a bien contestarme que si, tenemos que entender que esta masa gigante en la que vivimos llamada México funciona gracias a la sociedad que la conforma y la sociedad es un grupo de individuos que cumplen diversas funciones y colaboran entre si, no somos un montón de ermitaños viviendo en cuevas contiguas, debemos darnos cuenta que lo que le pasa al de al lado nos afecta, nos concierne, porque el día de mañana podemos ser nosotros, debemos entender que dar lo mejor de nosotros no es apuquinar al teletón a la tercer lágrima de Lucero o donar en el banco porque lo dicen los de Rebelde y colaborar con los fraudes fiscales de Telerisas, sino ubicar que somos un grupo y aportar lo que nos toque, sea ayuda o impuestos, que bien es cierto pagamos más que los suizos sin tener su nivel de vida pero eso es parte de otro tema.
Lo que me interesa es señalar esa mentalidad de ¿A mi que? ¡Yo no lo hice! Que a veces nos gana y reflexionar en cual será mi reacción la próxima vez que maten a otra mujer en Juárez, asalten a mi vecina de al lado enfrente de mi puerta o simplemente alguien me diga que no es su problema un asusnto de salud pública.
Entonces me vinieron miles de preguntas, se vale que yo pague por un distribuidor vial si no tengo coche o el caso contrario pagar por el metro o el metrobús si tengo coche, es justo que llegue tarde a mi oficina porque unos móndrigos indios encuerados e inmorales sobre insurgentes, a los que por cierto Fox no les entregó las tierras prometidas, es justo pagar impuestos para mantener a los niños del DIF, yo no tengo hijos, no abandoné a esos niños, ni maté a sus padres, ¿¡Es justo!?
A lo que tuve a bien contestarme que si, tenemos que entender que esta masa gigante en la que vivimos llamada México funciona gracias a la sociedad que la conforma y la sociedad es un grupo de individuos que cumplen diversas funciones y colaboran entre si, no somos un montón de ermitaños viviendo en cuevas contiguas, debemos darnos cuenta que lo que le pasa al de al lado nos afecta, nos concierne, porque el día de mañana podemos ser nosotros, debemos entender que dar lo mejor de nosotros no es apuquinar al teletón a la tercer lágrima de Lucero o donar en el banco porque lo dicen los de Rebelde y colaborar con los fraudes fiscales de Telerisas, sino ubicar que somos un grupo y aportar lo que nos toque, sea ayuda o impuestos, que bien es cierto pagamos más que los suizos sin tener su nivel de vida pero eso es parte de otro tema.
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